Expediente
Azahel Jaramillo H.
“Soy lagartijo muy peñasqueado”: Felipe
“¡Yo ya soy un lagartijo muy peñasqueado!”, exclamado divertido en la llamada telefónica que le hicimos al doctor Felipe Garza Narváez, quien andaba ayer por la tarde en la Ciudad de México decidido a inscribirse en el partido Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, buscando ser candidato externo a diputado federal por el Distrito Quinto con cabecera en Ciudad Victoria.
En mi trayecto como reportero he escuchado algunas frases interesantes, inolvidables, matonas de los funcionarios, pero una buena, ilustrativa es del doctor Felipe Garza: “En política hay que ofrecer resultados, para no tener que andar dando explicaciones”.
En abril de 2017 indignado por la indiferencia de la dirigencia nacional del PRI hacia el priismo tamaulipeco, Felipe Garza Narváez pintó su raya y renunció al PRI.
Ante la prensa dijo entonces: “Yo no traiciono, yo no abandono, el partido nos abandonó a nosotros”.
Un año después Felipe Garza se declaró simpatizante del partido MORENA. Al triunfo de Andrés Manuel López Obrador fue designado delegado en Tamaulipas de la Secretaría de Gobernación.
Muy jovencito, a los 15 años se metió a trabajar a la JEAPA, lo que hoy es COMAPA Tampico. Luego empezó a estudiar la carrera de médico cirujano dentista en la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Pero lo suyo, lo suyo… ha sido la política.
Tres veces ha sido candidato a diputado local. Y en esas tres veces ganó la elección. Ha sido presidente del Congreso, vocero de la UAT y del Gobierno de Tamaulipas y delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor, PROFECO. Y claro presidente del partidazo tricolor.
En la carrera de Odontología—al igual que en aquella COMAPA como en Odontología, Felipe Garza, cuando había problemas, a veces se ponía al frente, y a veces eran sus compañeros los que lo ponían al frente. Y de ahí pal’real Felipe se involucró en la política, en el ejercicio del poder. Nos consta, en lo personal, que ya no era el jefazo en la PROFECO, pero aun así ahí lo siguen respetando. Cuando manda ahí a un quejoso a interponer una querella. Llega el quejoso de su parte y lo atienden como si Felipe aun fuese el delegado. Y ahora que son de los mismos—MORENA– , pues ya sabrán.
Sin duda se le ha de haber movido el tapete de sus sentimientos, cuando la periodista del puerto jaibo, Cristina Gómez, le hizo una entrevista para Milenio.
Preguntó la reportera: “¿Cómo se define Felipe Garza Narváez?”. Y el doctor Felipe le dijo: “Como una persona echada pa’ delante, luchona, trabajadora, apegada a los principios y valores que guían mi vida; soy esforzado, humano, me considero un hombre libre al que la vida le ha puesto retos, el primero de ellos fue vivir ya que nací casi muerto, traía enredado el cordón umbilical en el cuello. Soy amiguero, solidario, me gusta vivir en paz y con justicia. Creo en el binomio lealtad y eficiencia”.
Ahí contó: “En 1980 me voy a Victoria. Ahí colaboro en la campaña de Emilio Martínez Manautou para Gobernador de Tamaulipas. Al ganar, llega de Tesorero del estado, Jaime Villarreal Elizondo, quien me invita a ser su secretario particular. Tres años después el Gobernador me manda llamar y me ofrece ser el coordinador de Comunicación Social. Yo tenía 32 años y llegué a ser el más joven con esa responsabilidad en todo el país; una vez me tocó hablar en Los Pinos a nombre de todos los titulares de Comunicación Social de los gobiernos estatales y al presidente Miguel de la Madrid, presente en el evento, le sorprendió mi juventud para el cargo.
–¿Qué es lo que más disfruta fuera de su faceta de servidor público o político? Charlar, convivir con mi familia y mis amistades, además tengo un ranchito cerquita de Victoria, me gusta ir, caminar y estar entre las vacas, ver los becerritos.
-¿Practica o es aficionado a algún deporte?
-Ya pasé por eso, tengo 68 años; camino y nado cuando puedo, pero jugué de todo, futbol, voleibol y básquetbol en el Parque Méndez de Tampico y béisbol en el Alijadores, me tocó cuando pasaba el tren a mitad del partido. También jugué golf y me gustaba montar a caballo, pero hace poco lo dejé de hacer por indicaciones familiares.
– ¿Baila?
“Me gusta el huapango norteño, es más movido, más taconeable; de niño oía una polka y me ponía a bailar, y ya de joven me gustaba el rock and roll, el twist, la época de Enrique Guzmán y Angélica María aunque nos llevaban unos diez años, pero bailo de todo”.
Hoy aquel chamaco de la JEAPA que soñaba ser odontólogo anda en México, Distrito Federal, buscando traerse la candidatura. En este mismo mes le definen si es el “bueno” por el Distrito Quinto
Azahel Jaramillo Hernandez