Esas benditas redes sociales están que arden a tantitito de tener candidatos para las elecciones del 2021 en Tamaulipas.
Estas redes sociales se han convertido en una hoguera del tamaño suficiente como para “quemar” a los que los usuarios de las “benditas redes sociales” identifican como chapulines, traidores, amantes del poder, etc., vaya pues a los que ellos quieran.
Por ejemplo, les comentó que para muchos actores políticos tamaulipecos, MORENA y el PRI siguen siendo un botín por el cual hay que hacer el abordaje del barco electoral muy pronto y con rapidez, para el año que viene.
Les cuento. En el municipio de Altamira los internautas han “quemado vivos” a los priístas que se unieron por el simple amor al poder ¿y al dinero también?
Me refiero a las fotografías donde aparecen los tricolores Griselda Carrillo (que ya rivaliza con Armando Martínez como eterna candidata perdedora), Javier Gil (exalcalde altamirense y primo del innombrable Eugenio Hernández Flores quienes constituyeron la mafia del poder tamaulipeca o como dijera Gustavo Cárdenas “la mafia del concreto y el asfalto”).
Y qué me dice de Armando López (exalcade de Altamira y que según los trascendidos salió del poder muy rico y ahora esta en la pobreza y que ha sido ayudado por sus amigos porque no tiene ni para la despensa después de haberlo perdido todo irresponsablemente) y Carlos González Toral (siempre peleando una posición política en su municipio y que se peleó con el entonces alcalde Javier Gil y ahora andan juntos sin pudor).
A todo ellos los usuarios de redes sociales de ese municipio los ha tildado, lo menos, de querer el poder para beneficio propio y de responsabilizarlos de que el PRI lo perdiera todo en el 2016.
Y en otra gráfica más aparece Javier Gil (exalcalde altamirense) y Ciro Hernández (quien fuera dos veces tesorero municipal y una síndico y una contralor local con el PRI) ex diputado local el PAN. Una de esas en que fue tesorero ocurrió siendo alcalde Javier Gil quien acabo su período siendo sospechoso para la ciudadanía por la riqueza que ostentaba (como jet privado y yate personal).
Ahora todos esos se juntan para abordar la candidatura del PRI a la alcaldía de Altamira y por el poder olvidan viejos señalamientos que entre ellos mismos se hicieron y por eso los internautas los quemaron en la hoguera de las redes sociales.
Y en MORENA, también en el sur de la entidad, la hoguera se prendió para los priístas Erasmo González Robledo (ahora diputado federal de MORENA, pero antes fue diputado local del PRI, Olga Sosa (diputada federal del PES que se pasó a MORENA y antes fue diputada local del PRI) y Eduardo Hernández Chavarría (ex diputado local del PRI y ahora pica piedra con MORENA), quienes andan buscando más y mejores oportunidades electorales en el Movimiento de Regeneración Nacional.
Sin embargo, los verdaderos morenistas no olvidan que ellos no hicieron talacha política en favor de Andrés Manuel López Obrador en los tiempos en que no tenían registro como partido político.
Tampoco trabajaron, dicen, para la fundación de MORENA y ahora son los primeros en formarse en la fila para las candidaturas a alcalde, diputado local y/o federal para el 2021.
Los acusan incluso de traidores a su antiguo partido (el PRI) y sospechan que harán lo mismo con el morenismo cuando a sus intereses políticos así convenga, por todo ello también los amarraron al mástil de la hoguera (figuradamente) y le prendieron fuego en las redes sociales.
¿Es válido este linchamiento en redes sociales? yo creo que no, pero son las características en las que todos nos movemos en estos tiempos de la internet. Los tiempos cambiaron y hay que actuar mejor y cuidar las formas porque muchos ojos están viendo.
EL CISEN DEL FRANCO
…Arturo Soto, diputado local del PAN dijo que “El presidente Andrés Manuel López Obrador, como jefe de gobierno de la Ciudad de México buscó justicia presupuestal vía Controversia Constitucional.
Hoy como presidente (de México) debe ser congruente con su lucha en 2002 y escuchar al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca para que Tamaulipas reciba justicia presupuestal.