La esperanza se llama Pilar

         En estos primeros días de octubre así está la situación: ante el  evidente, abandono, desastre, bachezotes, amontonamiento de basura que registra nuestra Cd. Victoria, golpeada en su orgullo de capital de Tamaulipas por el desaseo, incompetencia de un alcalde burlón, fiestero e irresponsable, tenemos una luz en la oscuridad. Por fortuna ya tenemos una nueva Autoridad municipal, y tiene por nombre Pilar Gómez Leal.

         Hoy para Cd. Victoria, para nuestra querida Victoria, hay la esperanza de mejores días, la esperanza de mejores calles, la esperanza de mejores servicios de alumbrado público, de recolección de basura, y esa esperanza es ella.

 Ella, Pilar Gómez Leal, estudió para su Licenciatura en Derecho en una de las instituciones educativas más prestigiadas del norte del país, el Tecnológico de Monterrey, institución educativa que ha formado a miles de tamaulipecos de familias clase media y alta de nuestro estado.

            La abogada y hoy presidenta municipal de Cd. Victoria, Pilar Gómez Leal pertenece  a una familia de raigambre en Cd. Reynosa. De hecho, es prima hermana de la primera dama del estado, Sra. Mariana Gómez Leal. Y eso desde luego que debe ser magnifico para alguna petición, tramite, pedimento que la nueva alcaldesa Pilar Gómez tenga que hacer para beneficio de Victoria, ¿qué no?

La nueva alcaldesa Pilar Gómez, de hecho y obvio es también prima hermana de José Ramón Gómez Leal, el “J. R.”, Delegado de Programas Federales para el Desarrollo en Tamaulipas, funcionario de la 4T. Poquito o mucho, esos parentescos ayudan, deben ayudar para acarrear beneficios, despensas, obras para una parte de la población victorense que… no podemos negarlo, es población, es gente, son familias de recursos económicos limitados.

Por ahí, se asegura que la abogada y exdiputada Pilar Gómez fue registrada en Reynosa, y que ella nació, vio la luz primera –como dicen los poetas, en McAllen, Texas. ¿Y luego? Para nadie es un secreto que desde hace muchos años muchas mujeres reynosenses tienen a sus hijos en McALLEN, es una costumbre arraigada. Ello no tiene en nada demerita a la hoy alcaldesa de Victoria…creo yo.

Las gentes victorenses, ya mayores, por ejemplo, saben, y bien que saben que hace un buen de años, –por ahí de los 60tas, los 70tas, que era costumbre que las mujeres de clase media de Victoria iban a parir a sus hijos a Monterrey. De hecho, en Monterrey, de eso acusaban al Gobernador Pedro G. Zorrilla Martínez… lo acusaban de que era tamaulipeco y que por esa misma situación había nacido en Monterrey.

Ciertamente, nacida en Mc Allen, o bien en Reynosa, la abogada y notaria publica Pilar Gómez se ha matrimoniado con un victorense, Leopoldo Bello. No nació, obvio en Victoria, pero hay que decir que ya hemos tenido en los últimos años a personas que no nacieron aquí y fueron alcaldes, y si hicieron un buen trabajo. ¿Quiénes? Teresa Aguilar Gutiérrez, Gustavo Cárdenas e Ing. Enrique Cárdenas del Avellano…Tere en Guanajuato y los Cárdenas en Matamoros.  De eso de los que no nacieron aquí, y que fueron alcaldes el único caso de un fuereño que reprueba es el caso de ya saben quien—Xico González Uresti que nació en Torreón.

Como algún día me dijo cuando lo entrevisté, Don Carlos Adrián Avilés –nacido en Tampico pero victorense corazón–: “Mira, una persona no es de donde nace, sino de donde se hace: el águila nace en la roca, sin embargo todos la tenemos idealizada siempre, majestuosa, en las alturas”.

Ciertamente, la abogada Pilar Gómez Leal no nació en Victoria, como los cuatro ex alcaldes que les decía. Con todo esperemos que por su personalidad, estudios y familia sea una productiva, trabajadora, esforzada Presidenta Municipal de Victoria. Que cumpla con el juramento de trabajar por Victoria que hizo en estos días en Palacio Municipal del 17 Hidalgo…, donde dijo: “y si así no lo hiciere, que el pueblo me lo demande”.

Por el bien y la prosperidad de Victoria, hagamos votos para que sea una eficiente Presidenta Municipal. Hoy, ella es la esperanza de una mejor Ciudad Victoria. VEREMOS Y DIREMOS.