POR:
José Ángel Solorio Martínez
El diputado victorense Arturo Soto, está enturbiando las aguas para el relevo de Xico en la alcaldía capitalina. Por necesidad jurídica –tiene que ser electo el alcalde sustituto del que pidió licencia del cargo, a partir de una terna que se envía al Congreso del Estado– fue incorporado a la propuesta que llegó al poder Legislativo de Tamaulipas. Es decir, iba de relleno. Pero pensó que la línea era para él. El resultado: ya trae un equipo de gente fiscalizando las áreas vitales del Ayuntamiento.
Desde hace dos días, personal enviado por Soto, escudriña en las oficinas y amaga a los responsables exigiéndoles información estratégica. Eso ha enfadado a la Secretaría general de gobierno y al líder real del PAN tamaulipeco. No es la primera vez, que Arturo pretende brincar jerarquías. Ya ocurrió cuando estuvo en la Secretaría de finanzas. Se presume, que el legislador, intenta entrar con calzador a la lista de precandidatos fuetes a la alcaldía de Victoria. Este sueño, lo acaricia desde hace algunos años, pero el electorado victorense poco caso le hace por su historia de verdugo contra miles de contribuyentes capitalinos. Cecilia del Alto, ni Soto, son parte de la tercia, más como escenografía que como propuesta seria para ocupar la jefatura edilicia capitalina. Incluso en el Congreso del Estado, parece estar cabildeado.
El PRI, en voz del legislador Tino Sáenz, ya dio su apoyo a Pilar Gómez, en tanto MORENA por parte de su coordinadora Edna Rivera, ya sacó su veinte en plan de arreglo afirmando que la sustitución de Xico “es un asunto de su partido” o sea del PAN. La ambición de Soto está en marcha. A unas horas de que se defina el sustituto, Soto se visualiza enredado en sus desatadas ambiciones. ¿Será porque lo sabe?.. Si no llega como sustituto, se le hará humo de nueva cuenta la candidatura a la alcaldía.