Primer “cochinero” de los nuevos partidos
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Habrá desorden. Son muchos. En las elecciones
del 2021 estarán participando 14 partidos políticos, mitad “viejos” y otro tanto
“nuevos”.
Ante ello cabe preguntar ¿eso traerá más democracia? ¿más confianza
ciudadana?. Se nos hace que no.
Más bien un “animalero” que no dejará cosas buenas y menos en tiempos de
coronavirus, cuando se espera que bajen las votaciones.
Cada casilla podrá acreditar a 14 representantes, todos con permiso de hacer
reclamos, en tanto que los comités distritales y municipales tendrán al mismo
número tan solo de partidos.
La neta que el INE batallará para imprimir en las papeletas los nombres de
sus candidatos porque también se suman los independientes, y peor si muchos –
como es la tendencia- piden que vaya escrito su apodo o “nombre de batalla”.
Están prácticamente “palomeados”. Si acaso obstáculos por multas, dado que
ya empezaron mal con el manejo de la lana: No comprobaron de donde viene
parte de lo que ingresaron en efectivo.
Es un cochinero que será investigado más a fondo. Por ejemplo, algunos
reportaron que gastaron seis mil pesos en organizar las convenciones distritales,
en tanto que otros hasta 80 mil varos. La diferencia es muy alta y los del Instituto
quieren saber más.
No hay mucha diferencia con los dirigentes partidistas que ahora cobran muy
buen subsidio del erario, y los que están por llegar. La corrupción permea.
Como parte de la formación como partido, Redes Sociales Progresistas, el
partido de Elba Esther, gastó 22 por ciento de lana cuyo origen se desconoce, de
tal forma que se sospecha hasta de lavado de dinero.
Del cristiano, el PES, no se sabe quienes pagaron 53 de cada cien pesos que
ejercieron, y eso es preocupante para el árbitro. Lo más seguro es que llegaron
ilegalmente de grupos religiosos.
Hablando de Fuerza Social por México, se desconoce de donde salieron 25 de
cada cien pesos, y se debe investigar.
Decíamos que el asunto es un cochinero.
Uno de los nuevos –debe ser el del SNTE oficial- recibió casi el 55 por ciento
de aportaciones de más de cuatro mil 320 sindicalizados, lo cual es un delito de
corporativismo.
Otro partido, -la fracción de Elba Esther- gastó más del 25 por ciento
proveniente de gente del gremio.
Total que el mugrero llega al monto de las aportaciones. Hay quien se
“mochó” con 176 y 174 mil varos ¿de veras de veras lo sacaron de su bolsillo?
Son las dudas que el árbitro necesita aclarar porque ese dinero puede ser de las
secciones sindicales, como la 30 de Tamaulipas por ejemplo.
El dinero pudo prorratearse entre varios miembros de la dirigencia, dinero
oficial, recursos que vienen de las cuotas del magisterio. No se trata de
empresarios sino de profes asalariados.
Saben los del Instituto, sabemos muchos que en la creación de partidos hay
tres en que intervienen sindicatos: Dos del SNTE y uno de los obreros, la central
de la 4T. Se dio la afiliación corporativista y el “moche” obligatorio y de fondos de
las tesorerías, las cuotas sindicales.
Tienen que surgir culpables. La lucha por conseguir el registro como partido
no fue pareja. Inicialmente fueron más de cien grupos los que querían
constituirse. Si los dejan van a seguir haciendo trampas.
Total que los nuevos llegan bravos sobre el presupuesto. Y eso que todavía
no es dinero oficial ¿qué cuando empiecen a recibir?.
Ya analizaremos el de los nuevos siete y sus posibilidades en Tamaulipas. De
entrada los dos que vienen del magisterio no pueden hacer alianzas pero pueden
ir de facto con los “viejos”, Morena y PAN.
No será fácil en tiempos de pandemia organizar la elección, juegan muchos y
de por sí el virus inhibirá la presencia de votantes en las urnas, aparte de aquellos
mayores de 60 años que tienen prohibido ser funcionarios o representantes.
Otra novedad del fin de semana es la determinación del Tribunal Electoral, de
que sea el INE el que organice la elección interna del partido de López Obrador.
Se les acabó el tiempo no se pusieron de acuerdo.
Les ganó el round Alejandro Rojas Díaz Durán y, si la suerte le sigue
acompañando, es posible que se quede con el partido para designar candidatos y
manejar campañas en el 2021, incluyendo Tamaulipas. Todo puede suceder.
Por lo pronto sus contrincantes no estuvieron de acuerdo y acusan al TRIFE
de estar metiéndose en la vida interna de la organización.
En general hay confianza hacia el Instituto. Los viejos militantes saben que no
habrá rasurada del padrón, que las encuestas –presencial o telefónica- no se
dirigirán hacia los simpatizantes de alguna (mujer) aspirante en particular. Habrá
democracia.
Rojas es el más conocido. Tiene una intensa campaña de recorridos por el
país. Si el sondeo es imparcial, sin duda ganará e influirá en la designación de
candidatos no solo a diputados federales sino de alcaldes y legisladores locales,
algo que no es del agrado de los de enfrente.
En otros asuntos, en tiempos de coronavirus la vida de las instituciones tiene
que seguir, y es así que la UAT inicia este lunes el periodo de clases Otoño 2020,
por lo pronto en la modalidad a distancia.
Previo al arranque, este domingo el Rector José Andrés Suárez Fernández dio
un mensaje de bienvenida a los nuevos estudiantes y les agradeció la confianza
en la casa de cultura, y reiteró el compromiso de fortalecer el trabajo y acciones
que permitan seguir brindando educación de calidad.
“Yo creo en la UAT y espero que ustedes también, y que poco a poco la
quieran como la quiero yo”, les dij
A prueba los “ingenieros electorales”
En las elecciones del 2021 Tamaulipas vivirá una
situación inédita que pondrá a prueba a los más experimentados “ingenieros
electorales”.
Hay tres elementos atípicos que se incorporan al proceso: El pleito que se
traen el gobierno del Estado y la federación, la emergencia del virus y la
presencia de 14 partidos. Una situación que seguro reducirá la presencia de
votantes en las urnas.
El choque frontal entre la administración estatal y el gobierno pejista polariza
e inhibe la intención del sufragio. Y no hay para cuando se den la mano.
En cuanto al coronavirus, es muy probable que de aquí al seis de junio no
vayan a cambiar mucho las cosas. La alerta, las medidas de control seguirán
vigentes, tanto que las campañas serán por medios electrónicos y a distancia.
Controles también a la hora de emitir el sufragio.
Todo esto desalienta la concurrencia a las urnas.
Ahora bien, tantas organizaciones vendrán a pulverizar el voto en beneficio
de uno o más partidos dominantes. Ya son demasiados. Los más “chicos” irán
de “paleros” o con candidatos “a modo” para que otros ganen. Es una historia
muy conocida. Participan mercenarios que han hecho de la política su forma de
vida.
Viviremos un proceso concurrente con la federal. Las diputaciones no
interesan tanto como las presidencias municipales, que son el primer eslabón de
la relación del poder público con la ciudadanía, el contacto más cercano y por
tanto que despierta pasiones.
No obstante debemos recordar que, en 2019, la votación promedio en
Tamaulipas para la renovación del Congreso fue del 30 por ciento. Es una
afluencia que da pena decirla ¿se repetirá la historia para el 2021? Pudiera ser.
Sobran motivos.
Si los organizadores del proceso, INE y IETAM no hacen bien su tarea, y si
tampoco le echan ganas los partidos y candidatos, la concurrencia será bastante
baja aun con las pasiones que despierten los aspirantes a las alcaldías.
Solo falta que, el seis de junio, se venga un aguacero que acabe con los
“almuerzos amigos” y el acarreo a las urnas.
En la “nueva normalidad” no habrá funcionarios de casilla mayores de 60
años ni representantes partidistas, mujeres embarazadas, diabéticos o con algún
problema renal. Nadie del segmento de algo riesgo.
Lo mas probable es que los “viejitos” prefieran quedarse en casa en lugar de
ir a votar contra sus enemigos o por los aspirantes de su preferencia ¿para qué
correr riesgos?.
Hay que entender que son los mayores los que más cumplen con su deber
cívico de nombrar a sus autoridades. A los jóvenes les vale gorro.
Sabemos que la austeridad republicana no permite generar más confianza
en que se evitarán contagios de virus. Los expertos recomiendan duplicar las
casillas críticas para evitar “colas”. El INE no lo autorizará porque es doblar los
costos.
Falta que elaboren protocolos, pero lo más seguro es que no lleguen
suficientes materiales antivirus por los altos costos. A los ciudadanos ya nos
están comunicando que deberemos llevar un bolígrafo o crayón para cruzar la
papeleta.
En fin, la pauta nos la darán las elecciones del 18 de octubre en Hidalgo y
Coahuila. Veremos si las medidas de control sanitario inhiben la presencia de
personas o se adaptan a la nueva normalidad.
Muy atentos en cómo se realizan las campañas “a distancia”, la capacitación,
el nombramiento de los representantes “casilleros” y hasta la hora de las
votaciones.
Lo que sigue es que nuestros “ingenieros”, PAN y Morena principalmente,
tomen lo mejor de esas elecciones y lo importen a Tamaulipas
desinteresadamente.
Por otra parte, mire que el síndico Luis Torre Aliyán, ahora independiente,
comienza a perfilarse como el abanderado de Morena a la alcaldía de Victoria.
Entraría como candidato externo.
Casi desde que comenzó su función en octubre del 2018 se desligó de la
administración de Xicoténcatl González Uresti y se dedicó a crear su propio
capital político, construir una figura que le permitiera aspirar y luego conquistar el
edificio del 17 Hidalgo.
Ha recorrido 120 colonias y ejidos en calidad de Segundo Síndico. Ya tiene
su posicionamiento.
En la última sesión de cabildo extremó actitud al exigir la comparecencia de
la jefa de Contraloría, Rosalba Cepeda Guerrero, con motivo de los presuntos
actos de corrupción en que han caído los funcionarios de presidencia, según el
escándalo de las factureras.
Seguramente en un tiempo no muy lejano Aliyán pedirá licencia para
dedicarse de tiempo completo al proyecto.
No ha dicho que quiere ser presidente y menos apoyado por Morena, pero
los comentarios de redes se encargan de identificarlo y solicitarle que acepte ser
candidato.
Hay cientos de comentarios ciudadanos, varios que resaltan como el
siguiente: “Lo único que pedimos es honestidad, que no nos mientan, que no
roben y no es tan difícil, son los mejores principios que cada político debe
cumplir”.
De hecho en la ciudad capital, en el partido morenista, ya solo se mencionan
dos con posibilidades de acceder a la candidatura, el propio Torre y Eduardo
Gattas Báez, este ya dos veces candidato, una para diputado local y la otra para
presidente. En ambas perdió pero le dieron experiencia.
Al final de la tarde el popular “Lalo” se quedaría con una candidatura a
diputado local. Méritos los tiene.