QUE DEVUELVA EL PEJE LO ROBADO
Los dichos y los hechos de la última semana, sirvieron para que muchos indecisos,
respecto de la figura presidencial, le reconocieran tal cual y definieran su posicionamiento.
El Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, “apechugó” sobre las
acusaciones que los adversarios políticos le reviraron, con la difusión de un audiovisual,
donde aparece su hermano PÍO, recibiendo dinero de un excolaborador del gobierno
chiapaneco, extitular de Protección Civil ya en su gobierno y frustrado titular del ente al
que se confiaría compras internacionales de medicamentos, para el sistema de salud pública
federal.
“Que se les investigue a los dos y a mí también, que me llamen a declarar. No sería
la primera vez”, reiteró en un mensaje de fin de semana, el Jefe del Ejecutivo Federal.
En descargo, insistió que el movimiento que le llevó a la Presidencia de la
República, fue financiado por ciudadanos y ese –el del video-, era uno de aquellos
donativos, colectado entre ciudadanos.
Algunos personajes del momento, que forman parte del gobierno federal o la
representación popular emanada del partido del Presidente, MORENA, han declarado
públicamente que en su momento, ellos también fueron aportantes para el sostenimiento del
Movimiento.
Pero los detractores aseguran que lo del video, en realidad, el millón de pesos que
presuntamente se entrega y el otro, al que se hace alusión, fue sustraído del gobierno sureño
y configura una serie de delitos.
“Pues que se investigue y si hay culpables, que paguen su delito”, insiste el
Presidente, marcando las diferencias de esas sumas, contra las que aparecen en el otro
videoescándalo, presuntamente repartida entre senadores panistas, para facilitar la reforma
energética.
Y aún esos 120 millones de pesos a los que se ha aludido, siguen siendo una bicoca,
frente a los actos de corrupción prohijados al amparo de la reforma de marras.
Solo por la planta de Nitrógeno, con la que se pagó uno de los cochupos a la
empresa brasileña Odebrecht, se le vendió materia prima subsidiada, con un monto de 5 mil
millones que dejaron de entrar a las arcas de PEMEX.
Otra suma similar salió de la propia paraestatal, para pagarle a la corruptora
“multas” convenidas en el contrato, por no surtirle a tiempo sus requerimientos y una
tercera suma multimillonaria, también absorbió la empresa del Estado, por transporte, que
de manera irregular igual se le incluyó en el “precio castigado”.
Lo que empezó con la compra irregular de una planta de fertilizantes que significó
un daño patrimonial al gobierno superior a los 500 millones de pesos, ya resultó de otra
planta de fertilizantes, la de nitrógeno y sigue siendo la punta de un iceberg de dimensiones
incalculables.
Factureras, obras, bienes y servicios sobrevaluados, concesión de cargos en el
servicio público, en el mismo gobierno federal de manera directa y a través de las
dependencias, así como en los gobierno estatales, hasta donde se extendieron los tentáculos
del pulpo corruptor de Odebrecht, a la que no fue y no es ajeno Tamaulipas.
Por eso, si el juzgador determina que AMLO debe regresar los dos millones de
pesos que ampara el video aquel, que lo haga y que no salga del gobierno; tendrá en su
peculio ahora para ello, sin detrimento de que quienes antes financiaron el movimiento,
puedan hacerse una coperacha nada gravosa, para cubrir la suma.
Pero sobre todo, que los miles y miles de millones de pesos, de la corrupción
aquella y otras tantas corrupciones, de antaño y de ahora, desde el gobierno federal y los
gobiernos estatales, se restituyan a las arcas públicas.
Y que los responsables vayan a la cárcel, luego de resarcir el daño patrimonial
causado.
Ese fue el compromiso de campaña del PEJE y es el que empieza a asomar como en
vías de cumplirse.
Solo esa eventualidad, le ha recuperado el aprecio de cientos de miles de mexicanos,
que habían entrado en duda sobre los alcances de su gestión.
Sí ha habido algunas acciones de política gubernamental aplicada harto
cuestionadas, que han merecido el reclamo, especialmente entre los sectores productivos,
desprotegidos de las inercias presupuestales, migradas a otros nichos sociales.
La debacle económica nacional vaticinada a partir de aquellos hechos, tomó carta de
naturalización con la inmovilidad provocada por la Pandemia, en forma global, como para
sacudir de responsabilidades a la institucionalidad.
Tal vez los miles de millones de pesos recuperados de los gobernantes y
funcionarios corruptos, de antaño y de ahora, no cubran las tantas pérdidas que está
sufriendo la economía local y nacional por esto y por aquello.
Pero la satisfacción social que produzca ese acto de justicia, en mucho paliará los
tantos pesares que todo mundo sufrimos, por la temporada que nos ha tocado vivir y en la
que seguimos sin ver fondo.
De reynoseneses y morenistas, quien reapareció en público y en redes sociales fue el
representante del Gobierno Federal en el estado, JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, quien en
Jaumave reanudó las jornadas de reparto de apoyos gubernamentales, inhibidas luego que
resultó infectad del Coronavirus.
Muestra ya algunos signos de sana distancia, pero no aparecen tan estrictos; él tal
vez haya alcanzado algún grado de inmunidad, pero los ciudadanos convocados a los
eventos, no, prevaleciendo los riesgos.
En el sector educativo hoy reanudan las clases, en la distancia, de manera virtual y
en las vísperas, el fin de semana la autoridad educativa insistió en que no se puede
condicionar la inscripción o prestación del servicio educativo al pago de cuotas, aplicables
estas, solo, de manera voluntaria, previo acuerdo democrático en asamblea de padres de
familia.
Ciertamente, las cuotas escolares son necesarias para el mantenimiento y algunos
servicios colaterales en las escuelas, los cuales, en esta ocasión en que los alumnos no
acudirán físicamente a ellas, en su mayoría no serán necesarios.
Como quiera, para cuando se hizo el anuncio, ya se había puesto el requisito de que
para inscribirse, debían presentar los recibos del pago de la cuota y aunque se dijo es un
refrendo del acuerdo anunciado en junio, evidentemente, nadie o pocos hicieron caso.
Botón de muestra, en una secundaria, técnica e industrial, hay cerca de 2 mil
alumnos, a los que se cobró mil 500 pesos de cuota, lo que hace la friolera de 3 millones de
pesos.
¿Quién los tiene?… ¿en qué se van a aplicar?
Obvio, no hubo asamblea de padres de familia para fijarla, recibirla, administrarla,
como lo mandó la SET, ni hubo algún conducto para que se exculparan, opinaran o
reclamaran los paterfamilias.
“Usted presente el comprobante bancario de pago y le inscribimos”, fue la
indicación tajante y sorda.
Y así, la mayoría, por no decir que todos.