La verdad nunca está en un solo lado. Toda filosofía tiene su verdad. Precepto jainista, asceta de la India Antigua. ¡No nos hagamos bolas! ¡No busquemos explicaciones psicológicas o metafísicas sobre las razones de dos presidentes para reunirse y lanzarse frases de adoración el uno al otro! El resultado inmediato de la reunión AMLO-DONALD TRUMP fue de ganar-ganar.
Gano el Presidente mexicano porque a pesar del malestar inicial causado por su presionada visita al centro del imperio, supo (y pudo) salir airoso. Claro que, como lo reconoce Alfredo Jalife, -uno de los más acérrimos defensores de la 4T-, fue una visita coreografiada que se ciñó a un guion predispuesto que afortunadamente ambos actores respetaron hasta el final.
Fue una visita “cuidadosamente diseñada por los dos gobiernos como una sesión de declaraciones por encima de la realidad y los hechos” afirma J. Jesús Esquivel, corresponsal de PROCESO en Washington y quien estuvo presente en la conferencia conjunta de ambos mandatarios en el Jardín de las Rosas. López Obrador gano porque logro, con creces, su objetivo. Como escribiera Carlos Fazio en La Jornada, con “simbolismos pueriles y buenos modales…con dislates retóricos de corte nacionalista, proteccionista y paternalista…de parte de ambos candidatos (que) profundiza el destino de México como país subordinado, dependiente y maquilador”, López Obrador logro ganar seis largos meses de tiempo político –mientras sabemos si Trump se va o se queda- y dejar satisfecha a su base social. Gano Donald Trump porque hilando finamente ha empezado a utilizar como eficaces instrumentos de campaña los piropos y los halagos del Presidente mexicano.
La visita de AMLO, desde la perspectiva del candidato republicano, siempre tuvo un target específico: la comunidad latina, específicamente mexicana, que representa conservadoramente el 12 % del voto nacional y que en estados como Texas es fundamental para ganar la elección. Hábilmente oculto al resto de sus simpatizantes: -los WASP, los trabajadores Blue Collar, los remanentes del hillbilliato, los supremacistas blancos de los estados del norte, los mismos latinos de segunda y tercera generación que no simpatizan con los nuevos inmigrantes- su coyuntural conversión amorosa. Ninguno de los grandes diarios le dio importancia a la visita.
El NEW YORK TIMES la aventó hasta su página 13, y el Washington Post, muy cerquita: a la 12. Los principales noticieros de las grandes cadenas televisivas, CNN, ABC, NBC, a pesar de que sus corresponsales estuvieron presentes en el Jardín de Las Rosas, ignoraron por completo la visita del Presidente mexicano, solamente FOX realizo algunos breves comentarios.
De las televisoras latinas, resalto la importancia que TELEMUNDO le dio a la estridente manifestación que el grupo de Frena realizo en el momento en el que López Obrador rindiera homenaje ante la estatua de Benito Juárez. Parafraseando al popular comentarista Moises Nam: “Lo más interesante de la reunión cumbre entre AMLO y TRUMP no son las falsedades que dijeron sino las verdades que ignoraron” Gracias a eso la reunión fue todo un éxito. ¡Puro ganar-ganar! POSDATA: Debido a la polémica que algunos de mis escritos han suscitado he decidido bautizar esta columna semanal con el nombre de PATEANDO EL AVISPERO. Toda crítica propositiva es bienvenida, absténganse aquellos que padecen disonancia cognitiva y no aceptan la manifestación de otras ideas.
Sobre todo aquellos que centran sus críticas y ataques en descalificaciones y ofensas a la persona y no a las ideas expresadas. Los invitamos esta tarde 7:00 PM. A acompañarnos en laizareynanoticias.com