ROMPE BARRERA

Investigación Especial

Lic. Alberto González Káram

 

• Riesgos del sistema financiero con estándares y mejores prácticas internacionales

 

• Solvencia del sistema bancario ante escenarios históricos cualitativamente similares

 

La percepción de riesgo a nivel global y la drástica caída de los precios del  petróleo a mínimos de 30 dólares por barril, provocaron la volatilidad al peso mexicano al romper la barrera psicológica de los 20 para cotizarse hasta en 21.35 pesos por dólar.

Las pruebas de estrés son ejercicios de simulación que permite evaluar la resiliencia de las instituciones de banca múltiple a escenarios macroeconómicos y financieros para determinar la solvencia del sistema bancario ante escenarios históricos cualitativamente similares.

 

Los balances de riesgos consideran cuatro escenarios consistentes en los siguientes: Desaceleración del crecimiento global; Adopción de mayores medidas proteccionistas a nivel mundial y riesgos geopolíticos; Volatilidad en los mercados financieros internacionales con una recomposición de flujos hacia activos de menor riesgo; Menor inversión y menor crecimiento en la economía nacional.

 

El riesgo de una importante desaceleración del crecimiento global ocasionaría en el corto y mediano plazo una menor actividad económica nacional y menor nivel de inversión, resultado un impacto negativo sobre la demanda de crédito y mayores tasas de desempleo, así como en el corto plazo ocurriría una reducción de las tasas de interés de manera global, que impactaría sobre la rentabilidad del sistema bancario.

 

La adopción de mayores medidas proteccionistas a nivel mundial y riesgos geopolíticos, generarían presiones sobre el tipo de cambio, un incremento en el nivel de precios, alzas de las tasas de interés que llevaría a una contracción de la actividad económica en el país.

 

El riesgo de volatilidad en los mercados financieros internacionales con una recomposición de flujos hacia activos de menor riesgo llevaría a una depreciación del tipo de cambio que podría resultar en un traspaso hacia la inflación, y a la vez dar lugar a mayores primas por riesgo, alzas en las tasas de interés y, con cierto rezago, una contracción de la inversión, una menor demanda de crédito, disminuciones en la tasa de crecimiento del producto y un mayor nivel de desempleo.

 

La presencia del riesgo de menor inversión y menor crecimiento en la economía nacional generaría una contracción de la demanda agregada, lo que derivaría en una desaceleración de la actividad económica y un menor nivel de inversión en el corto plazo, así como en un incremento de los niveles de desempleo, resultando una reducción de las tasas de interés de corto plazo que finalmente disminuiría la capacidad de los bancos para generar ingresos, pudiendo afectar el otorgamiento de crédito y los niveles de capital.

 

Los escenarios descritos no deben interpretarse como una prospectiva macroeconómica ni financiera, sino como un ejercicio contrafactual de simulación en situaciones de estrés que se han presentado durante los seis sexenios de las administraciones públicas federales anteriores y sirven para estimar el efecto sobre el crecimiento del crédito y los impactos sobre las probabilidades de incumplimiento, así como sobre la severidad dado el incumplimiento para cada institución y cartera.

 

Es importante destacar que los riesgos a los que está expuesto el sistema financiero, las actuales autoridades mexicanas han implementación de algunas herramientas, en línea con los estándares y mejores prácticas internacionales.

 

La implementación del Coeficiente de Financiamiento Estable Neto (CFEN), incluye las reglas de marginación de operaciones derivadas que no se compensan y liquidan a través de una cámara de compensación, las modificaciones a las reglas de reporto y préstamo de valores, y la implementación de las reglas para limitar las grandes exposiciones.

 

El requerimiento diseñado para fomentar que los activos de largo plazo o poco líquidos sean financiados con pasivos de largo plazo o estables, se espera implementar en la primera mitad de 2020.

 

La liquidez a corto plazo por parte de los bancos involucra al Consejo de Administración de estos en la toma de decisiones sobre la consolidación de entidades relacionadas que no sean subsidiarias.

 

En cuanto a las reglas sobre los requerimientos de márgenes para operaciones derivadas que no se compensan y liquidan a través de una cámara de compensación, se completó el proceso de consulta pública para los márgenes iniciales, que se intercambian con el propósito de mitigar la exposición potencial futura y márgenes de variación, que se intercambien con el propósito de mitigar la exposición actual, así como de limitar la posibilidad de apalancamiento, estas reglas generan incentivos para la liquidación y compensación centralizada de las operaciones derivadas.

 

Con respecto a las operaciones de reporto y préstamo de valores, se llevó a cabo un periodo de consulta sobre la propuesta para modificar las disposiciones vigentes para estas operaciones y se recibieron abundantes comentarios de los participantes en dicho mercado y de otros interesados.

 

En la actual administración pública federal se aplicarán en 2020, las siguientes herramientas que forman parte del conjunto de estándares internacionales:

 

Capacidad Total de Absorción de Pérdidas que mediante este requerimiento los bancos deberán mantener instrumentos de capital por encima de los requerimientos mínimos de capital, con el objeto de estar en capacidad de absorber pérdidas durante un proceso de resolución.

 

Requerimientos de Capital por Riesgo de Crédito que incluye el Nuevo Método Estándar para el riesgo de crédito por contraparte en operaciones derivadas y los requerimientos de capital por exposiciones a contrapartes centrales.