— SIGUEN LOS EVENTOS MASIVOS EN EL PAÍS, MIENTRAS EL COVID-19 AVANZA—
¿Cuál es la respuesta de la clase política en México ante el Coronavirus?, ¿Qué han dicho los partidos y sus dirigentes? Nada. Absolutamente nada. Todos están viendo por sus propios intereses y no por los de la gente. Pero, se observa ya desde ahora que la oposición, parece haber encontrado la fórmula, para golpear de una manera más certera al Presidente AMLO, mismo que por su parte, ni suda, ni se abochorna ante el Coronavirus.
Lo cierto es que la lucha por el poder político en México, en tiempos de la pandemia COVID-19, se recrudecerá de manera importante. Pues finalmente lo que más les interesa a los partidos y a los gobiernos, es acceder a puestos y cargos públicos, o bien defenderlos con uñas y dientes.
Mientras la población mexicana, se revuelve en la angustia de buscar tapabocas y gel anti bacterial, (lo que hace pensar en que lo están ocultando los acaparadores), el gobierno mexicano no ha establecido ninguna medida de emergencia nacional. Esto se refleja en que la vida masiva de las grandes urbes del país , sigue su curso, como si nada. Partidos masivos de futbol, cine, escuelas, fiestas. La nación pareciera cerrar los ojos a la realidad, y el jefe político del país…también.
Más allá del tema de la inseguridad, por encima del tema económico y de los mercados bursátiles tambaleantes..más allá de todo eso, lo que le preocupa a la gente es su salud. Y por ello, la pandemia que actualmente azota al mundo entero, pondrá a prueba la popularidad del Presidente de la república, y de sus 30 millones de votos, a su favor, en el 2018.
A la crisis de la economía, siguió la debilidad de la Bolsa Mexicana de Valores. Y ahora la Presidenta de la Mesa directiva del senado de la república, Mónica Fernandez Balboa, acaba de emitir diversas circulares , en las cuales anuncia que quedan cancelados todos los eventos masivos y reuniones parlamentarias.
Mientras esto se da en la cámara alta del Congreso de la Unión, ayer en su pueblo natal, Macuspana Tabasco, el Presidente AMLO repartía besos y abrazos entre sus paisanos que le organizaron un mitin de apoyo, en el Edén del sureste. Todo ello, mientras el resto de la república se encuentra en vilo, por el Coronavirus y el tema económico.
La actitud del jefe del Ejecutivo federal, sigue siendo la de minimizar el problema que avanza poco a poco sobre el país. Este fin de semana, se anunció que ya suman cinco las personas contagiadas en territorio mexicano. Mientras esto sucede, la Secretaría de salud, en voz de su subsecretario Hugo López Gatell, sigue viendo el tema, desde el punto de vista del gasto presupuestal. Y adelanta que no hay que extremar medidas y gastar dinero, que posteriormente se puede necesitar.
Definitivamente, el gobierno mexicano está muy lejos de las medidas que se han tomado en países como China, donde, en solo diez días levantaron un hospital, para atender a los enfermos de Coronavirus.
Otro factor limitante y que mueve a la preocupación, es que a estas alturas, y en casos específicos como el de Tamaulipas, es hora que no existe una real y efectiva coordinación entre las autoridades estatales que encabeza Gloria Molina y la Secretaría federal presidida por Jorge Alcocer Varela.
En reciente entrevista de prensa, la titular de salud estatal, dijo que los casos de coronavirus que se presenten en Tamaulipas, serán atendidos en el hospital regional de especialidades, que es un nosocomio de administración federal.
O sea, ya desde este momento, unos y otros se están aventando la pelotita. El problema es que el Coronavirus no entiende de partidos, ni de elecciones, ni de proyectos políticos, federales o estatales.
Lo cierto es que en el barco nacional, el pánico ya se desbordó. Y como en el caso del Titanic, de nada sirve, que su capitán, AMLO les pida a todos que no se alarmen, y que todo está controlado.
El Subsecretario de salud, Hugo López Gatell , quien también le había seguido la corriente al presidente AMLO, repitiendo el estribillo de que, “estemos tranquilos”, hoy, después de que por fin está viendo con otros ojos que no son los de su jefe político, el problema, ahora dice que en México, podría infectar hasta a 78 millones de personas. Incluso ya ha dado cifras, asegurando que, podrían ocurrir hasta 12 mil 500 fallecimientos.
Pero eso no lo decía al principio. Hoy la gente le reprocha su desbordado optimismo, solo para darle gusto al Presidente.