Senda de Vida se prepara para recibir caravana de migrantes hondureños


Por René Gutiérrez G.


 

Con apoyo de los gobiernos del Estado y Municipio remodela albergue

Senda de Vida albergue para migrantes y deportados que atiende personalmente Héctor Silva y su familia sobre el bordo del Río Bravo a la altura de la colonia Carmen Serdán, no se duerme en sus laureles y desde días atrás está ampliando la capacidad de este servicio social en caso de que la caravana de migrantes hondureños llegue a la ciudad en busca de asilo, para continuar su viaje a la Unión Americana.

Así lo reconoció el propio pastor de Senda de Vida Héctor Silva, quien menciona, que la capacidad actual del albergue es para atender aproximadamente a alrededor de 500 personas, pero con las modificaciones que se vienen haciendo, podría haber espacio para unas 200 más, sin embargo, Senda de Vida quedaría chico para recibir a miles de hermanos centroamericanos que dejaron su país el pasado 13 de octubre en busca de una vida mejor para ellos y sus familias que traen consigo o dejaron en su país.

Las adecuaciones que se vienen realizando a esta hermandad, son: construcción de sanitarios y servicio de alojamiento, además, de remodelar las ya existentes, sin olvidar, que Senda de Vida desde su inicio allá, por el año de 1950, fue creada para el auxilio al prójimo, sea connacional, centroamericano, caribeño o sudamericano, pero con un mismo fin, atención a todos por igual.

A pesar de lo que estamos realizando para tratar de dar a nuestros hermanos centroamericanos un apoyo como Dios manda, resulta insuficiente el espacio que tenemos aquí en Senda de Vida que puede recibir sin pena ni gloria al menos a 500, pero esta capacidad podremos aumentarla a 700, pero aún así, resultará insuficiente para recibir adecuadamente a los componentes de la Caravana que decida llegar a Reynosa, comentó Héctor Silva, pastor de este refugio social.

Por último, el director de Senda de Vida dijo que se ha estado trabajando en coordinación con las autoridades del Gobierno de Tamaulipas y del Ayuntamiento y ciudadanos que voluntariamente asisten al albergue con donaciones, para recibir y poder darles un recibimiento justo.