El uso habitual de cualquier laxante puede conducir a un estreñimiento crónico, y daña de forma irreversible las terminaciones nerviosas del intestino grueso
Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Reynosa, Tamaulipas, advirtieron sobre los efectos en el organismo ante la falta de fibra, empiezan a sufrir los estragos del estreñimiento y al convertirse en un problema, se recurre al uso de laxantes sin antes haber consultado a un médico, llegando a correr el riesgo de sufrir mayores complicaciones.
Al respecto, la directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 33 de Reynosa, Tamaulipas, Aracely Magdalena García Hernández, explicó que los laxantes son medicamentos que producen un aumento del ritmo intestinal y con ello una mayor frecuencia de las evacuaciones.
El problema, dijo, es que pueden causar dependencia y cuando se utiliza constantemente, a largo plazo dejan de surtir efecto, haciendo que el intestino se vuelva flojo.
Detalló la doctora, que tomar laxantes tiene varios inconvenientes, pues llegan a provocar diarrea o movimientos intestinales bruscos que resultan muy molestos y dolorosos, además de que el abuso de los mismos produce paradójicamente, estreñimiento.
En este sentido, advirtió que el uso habitual de cualquier laxante puede conducir a un estreñimiento crónico, ya que éstos llegan a dañar de forma irreversible las terminaciones nerviosas del intestino grueso, alterando el funcionamiento del colon.
“El intestino se acostumbra a los efectos de este tipo de laxantes y en ausencia de los mismos se vuelven perezosos, ya que necesita fuertes movimientos intestinales para provocar una evacuación y es muy difícil volver a conseguir una fisiológica”, precisó la doctora del IMSS.
De igual forma, indicó, su consumo prolongado puede producir desequilibrios electrolíticos, con una pérdida especialmente elevada de potasio y con ello graves consecuencias para la salud, en particular para quienes sufren del corazón.
La directora de la UMF No. 33 aprovechó la ocasión para desmentir una creencia que común entre la población con tendencia al sobrepeso o la obesidad, “el empleo de laxantes para perder o controlar el peso no tiene ningún fundamento, y en cambio sí resulta sumamente peligroso”.
Por el contrario, destacó la doctora, el propósito real de tomar un laxante es estimular al intestino grueso para que evacúe, lo cual sólo ocurre luego de que los alimentos y sus calorías energéticas han sido absorbidos a través del intestino delgado, “una persona que toma laxantes para controlar su peso, lo único que le causa a su cuerpo es que pierda fluidos, pero ello puede ocasionar periodos de retención de líquidos y aparente hinchazón”.
Derivado de lo anterior, recomendó combatir el estreñimiento de manera natural y segura con una dieta adecuada, con ayuda de alimentos como son los cereales integrales, verduras y legumbres, frutas frescas, frutos secos, beber abundante agua a lo largo del día, además de evitar las harinas refinadas, pastas, leche y sus derivados, arroz y chocolate.
También sugirió masticar bien los alimentos, hacer ejercicio físico en forma moderada, no retrasar nunca la necesidad de defecar, y para favorecerla beber un vaso de agua fría en ayunas.
Finalmente, enfatizó la importancia de no utilizar ningún laxante, sin antes haber consultado con su médico familiar y no tomar laxantes con la intención de adelgazar, ya que su abuso puede provocar que un problema que se puede aliviar de manera sencilla, se haga crónico y de mayores consecuencias para la salud.