Por René Gutiérrez G.
Tristeza y felicidad en la conmemoración del Día del Padre, unas familias celebran este
día con carne asada y música norteña y otras acuden a los cementerios, donde también
con música norteña recuerdan las melodías que gustaban al padre de familia sepultado en
alguna tumba de los parques funerales.
Así celebraron los reynosenses el Día del Padre, con stress, alegría y tristeza y aunque
esta festividad no tiene el arraigo del 10 de mayo, de todas maneras hay hijos que
aprovechan algunos descuentos en almacenes, para entregarle a su padre algún objeto
mundano y otros, compran ramos de flores, para llevarlos a las tumbas, donde descansan
los restos del autor de sus días.
Este día 17 de junio, se atravesó en el ámbito deportivo el encuentro mundialista de las
selecciones de futbol soccer entre México y la campeona del mundo Alemania, encuentro
deportivo que motivó como dicen los conocedores, la magnífica victoria de México sobre
Alemania uno contra cero.
Esta felicidad hubo por momentos que familias olvidaran sus amargos recuerdos de
haber sepultado años atrás a un ser tan querido como es el autor de nuestra estancia en
este terrenal mundo, pero la vida sigue y hoy es otro día que conmueve a la sociedad,
quedando atrás la celebración que motivó a infinidad de seres la mezcla de alegría y
tristeza.