Senda de Vida le abre las puertas a deportados y migrantes

Héctor Silva Luna, afirma que es un placer servir al prójimo


Por René Gutiérrez G.
Héctor Silva Luna, rector de la asociación Senda de Vida que tiene su alojamiento sobre el bordo del río Bravo en la colonia Carmen Serdán, afirma que para él y su familia es un placer poder servir al prójimo, sea connacional o extranjero, deportados o migrantes, “todos, dijo, son bienvenidos en esta casa hogar”.

Palabras vertidas desde dentro de su corazón dijo el rector de Senda de Vida, Héctor Luna Silva, quien señala, que tiene ya casi 20 años de hacer este servicio a las personas que solicitan su apoyo y aunque el desearía, comentó, tenerlos ahí en su casa por varios días o meses, le es imposible y sólo están con él el tiempo necesario.

Este altruista benefactor señala, que, todos los seres humanos debemos apoyarnos, seamos del país que seamos, “debemos de convivir y ser como una familia”, estemos donde estemos, todos debemos apoyarnos y seguir las palabras de aquel humilde personaje que dijo y dejó como legado, Amaos los unos a los otros” y este significado de amor, él trata de implantarlo entre los residentes de Senda de Vida, hasta que tangan que marchar.

Así las cosas, este personaje desea que toda la comunidad de Reynosa y de otras
entidades, tuvieran la ocasión de visitar Senda de Vida, para que constaten el trato que se les brinda a los ahí asilados, la higiene que prevalece en cada rincón, servicio médico a quien lo necesita y constatar el trato que a todos se les brinda por igual.

Para finalizar, Héctor Silva, solicita apoyo de las autoridades o de personas que como él, tengan la influencia de apoyar a quien lo necesita, agregando, que Senda de Vida, últimamente, sólo ha estado recibiendo dádivas de gentes y asociaciones del lado americano.

Héctor Silva Luna pastor de Senda de Vida, invita a la comunidad de Reynosa para que visite este local, donde constatará la higiene que ahí prevalece y sobre todo el trato que se le brinda a todos y a cada uno de los ahí asilados, aunque sea por pocos días.