La tradición del día de muertos sigue viva: Maki Ortiz
Por René Gutiérrez G.
La tradición del Día de Muertos sigue viva, dijo al pueblo que se conglomeró en los panteones del bulevar Hidalgo, entre ellos el Sagrado Corazón que fue visitado por la alcaldesa Maki Ortiz y su cuerpo edilicio en pleno y ahí, sin preparar discurso alguno, mencionó, que nuestros familiares que se nos han adelantado, siguen en nuestro pensamiento.
No se tiene un porcentaje de asistencia a los cementerios el pasado 2 de noviembre, pero según cálculos de protección civil, ese día acudieron a rendirle culto a sus familiares muertos, alrededor de 50 mil personas, sin contar, los que hayan asistido a los mismos panteones el día uno de noviembre.
Por este medio, la coordinación de Protección Civil, agradece a todos los que aportaron su granito de arena, para que esta festividad, no se viera manchada con algún accidente en el bulevar Hidalgo.
Así las cosas, el comandante de la corporación, les dio la enhorabuena a brigadistas y a tránsito y vialidad, quienes de la mano estuvieron acordonando el paso de peatones frente a un centro comercial y con su oportuna intervención, se evitaron accidentes, porque también habrá que reconocer a los automovilistas que conducían su vehículo a una mínima velocidad, precisamente para eso, para evitar algún trastorno.
En el interior del panteón Sagrado Corazón, estuvieron atendiendo a todos aquellos que deseaban registrar las tumbas de sus familiares muertos, siendo esto, un trabajo más de la doctora Maki Ortiz Domínguez y del titular del departamento de panteones, Alejandro Corte Camargo, quien también hizo acto de presencia endicho cementerio, atendiendo personalmente a quien solicitaba ayuda.
Por último cabe hacer mención la fiesta que se desató por fuera de estos camposantos, porque además de la vendimia de arreglos florales, hubo tianguis de comida, de ropa y de muchas otras cosas, aunque no alusivas, si tradicionales a esta festividad.
Todo un mercado ambulante se vivió el día de muertos en las afueras de los panteones
privados y municipales, al interior de los cementerios, filarmónicos que tocaban las piezas
que a los difuntos les gustaban en vida, además de los ayudantes voluntarios a limpiar las
tumbas.