Por Mario A. Díaz Mortal combinación
-Irresponsabilidad y negligencia le arrebataron la vida a Armando
-Opiniones calificadas critican la mala atención médica
-La solidaridad gremial siempre caracterizó a “El Feyoyo” A SIETE días del trágico accidente vial que finalmente le costó la vida al periodista ARMANDO GONZALEZ TREVIÑO, todavía es motivo de comentarios y análisis en Matamoros y fuera de sus fronteras.
La irresponsabilidad de un conductor que no respetó una señal de alto y la negligencia de los médicos de guardia (la madrugada del pasado sábado) en la sala de Urgencias del Hospital del Seguro Social fue la combinación mortal que mantiene de luto al periodismo tamaulipeco.
Opiniones calificadas de profesionales de la medicina consideran que con el avance actual de la ciencia médica resulta casi imposible que un paciente fallezca a causa del estallamiento, en este caso, del bazo.
Atención adecuada y oportuna permite detectar a tiempo hemorragias internas y otro tipo de lesiones.
Sin embargo, por alguna razón que hasta el momento la Dirección General del IMSS no ha aclarado, prevalece la duda del profesionalismo de los doctores en turno y se refuerza la negligencia médica.
Afortunadamente, para tranquilidad del gremio periodístico, no existe ningún indicio que pudiera convertir el lamentable y trágico accidente de tránsito en un atentado al comunicador.
De lo que no queda ninguna duda es que GONZALEZ TREVIÑO, derivado de su actividad periodística, fue objeto de varias agresiones que en su momento requirieron de hospitalización.
Se reduce a mera coincidencia el hecho de que seis días antes haya encabezado un movimiento gremial en protesta por los asesinatos de periodistas en distintas entidades del país.
Tocará a las autoridades respectivas deslindar responsabilidades y castigar con todo el peso de la ley a quienes resulten responsables por el delito culposo y la negligencia médica.
Como humilde tributo al colega fallecido, transcribiré en primera persona las siguientes líneas.
En efecto, ARMANDO GONZALEZ TREVIÑO- mi compadre de pila-siempre se distinguió por sus severas críticas lo mismo a funcionarios, políticos y delincuentes.
Asimismo, “El Feyoyo”, como también se le identificaba por el uso de ese calificativo en su columna “Protocolo Político”, generó simpatía entre sus compañeros de oficio por la solidaridad que mostraba en momentos difíciles.
Entre otras aventuras gremiales al lado de mi compadre, citaré tres que mantengo en mi mente y que las recuerdo como si hubieran sucedido hoy.
En el sexenio de VICENTE FOX QUESADA y con el General RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA como encargado de la procuración de justicia, acudimos a las oficinas de la Procuraduría General de la República en el Distrito Federal para avalar la buena conducta de un compañero detenido con lujo de violencia. El primer Subprocurador de apellidos VEGA MEMIJE no atendió amablemente y prometió investigar el caso.
No obstante, en tono molesto, ARMANDO recalcó la agresión, al grado de que el alto funcionario de la PGR no le quedó más remedio que invitarnos a interponer la denuncia correspondiente ante la Subprocuraduría de Derechos Humanos.
En otra acción más, iniciaba el sexenio estatal de TOMAS YARRINGTON RUVALCABA y manos criminales asesinaron al director editorial del periódico El Imparcial, SAUL MARTINEZ GUTIERREZ. Mi compadre y yo encabezamos una marcha de protesta que provocó que el mandatario montara en cólera y amenazara con perjudicarnos si continuábamos con las manifestaciones.
Así se las gastaba el ahora detenido en Italia. Por el asesinato del profesor y periodista FRANCISCO ARRATIA SALDIERNA, también durante el sexenio tomasista, la prohibición de marchas, por la amenaza estatal, no fue impedimento para manifestar la inconformidad del gremio.
De manera simbólica, ARMANDO y yo acompañados de un numeroso grupo de colegas, “clausuramos” con cadenas y candados las oficinas locales de la Procuraduría de Justicia Estatal.
La presión motivó que uno de los responsables fuera detenido, aunque, meses más tarde, un grupo armado lo rescató del penal en donde se encontraba recluido.
Vivencias referidas como un tributo a mi amigo, colega, compañero y compadre de pila ARMANDO GONZALEZ TREVIÑO (QEPD). Y hasta la próxima. mariodiaz27@prodigy.net.mx P.D.-Justo es mencionar que es una distinción para el gremio periodístico azteca que el periodista mexicano TEODORO RENTERIA ARROYAYE haya sido ratificado como Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP). Mismo orgullo que seguramente embarga a los comunicadores chilenos con la reelección del colega ERNESTO CARMONA en la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la FELAP. Ambos son pilares importantes en el Consejo Reducido que preside el periodista argentino JUAN CARLOS CAMAÑO.