Por: Raul Ramos
La situación de riesgo obedece en gran parte al desplazamiento.
México es uno de los países con la mayor riqueza cultural y lingüística del mundo, al contar con 68 lenguas originarias y 364 variantes lingüísticas. Sin embargo, el 70 por ciento está en riesgo de desaparecer por la discriminación que enfrentan sus hablantes.
Así lo aseguró el director general del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), Juan Gregorio Regino, en el Día Internacional de la Lengua Materna que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) promulgó en 1999.
El funcionario dijo que la situación de riesgo obedece en gran parte al desplazamiento (migración) de los hablantes de lenguas indígenas hacia otras comunidades o ciudades.
“Hoy este fenómeno no se puede revertir y persiste con una fuerte discriminación hacia las lenguas indígenas”, expuso el también promotor cultural, al señalar que esta situación genera además una violencia psicológica en quienes todavía conservan su dialecto.
La descalificación repercute de manera negativa en la personalidad de los hablantes porque asumen “la idea de que su lengua no sirve” y, por ello, se ven obligados a dejar de utilizarla, insistió.
En 2003, indicó, fueron reconocidas las lenguas indígenas como idiomas nacionales y con la misma validez que el español. “Esto es algo muy reciente y, en conjunto con la discriminación y la falta de reconocimiento, vemos que tampoco existe la infraestructura necesaria para una nación multilingüe”.
Datos de la Encuesta Nacional de Discriminación en México 2010 revelaron que 44.1 por ciento de la población consideró que los derechos de las personas indígenas no se respetan nada; el 31.3 por ciento comentó que se respetan poco, 22.4 por ciento indicó que sí se respetan y 2.2 por ciento no sabe o desconoce del tema.
Este panorama evidencia que “no hemos sido capaces de construir una filosofía y una propuesta de inclusión y de alternancia que requiere el país para asumirse multilingüe”, lamentó Gregorio Regino, quien es hablante y escritor de mazateco de la presa bajo.
La razón es porque en las escuelas de educación básica se ha excluido el aprendizaje de la lengua materna, la identidad y la cultura de los niños y de sus comunidades de origen por mucho tiempo.
Las lenguas maternas del norte del país son la de mayor peligro de extinción, como cucapá, paipai, kaliwa, Kumiai, pima e incluso tarahumara o rarámuri, y en la zona centro se encuentran tlahuica y tepehua en las mismas condiciones.
Otra situación similar ocurre en la comunidad de Santa María Ixcatlán, Oaxaca, en donde solo quedan muy pocos hablantes de la lengua Ixcateco. “Y así nos vamos a encontrar un panorama bastante desalentador”, recalcó.
A pesar de ello, Gregorio Regino celebró que en algunas instituciones educativas, con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hayan incorporado la enseñanza del maya y náhuatl como materias optativas.
“Esto habla de una buena señal y significa un buen comienzo para que el tema de lenguas indígenas tenga un lugar en el ámbito académico”, enfatizó el entrevistado, al tiempo que exhortó a desarrollar condiciones favorables para los hablantes en una sociedad libre de discriminación.
En México hay siete millones 382 mil 785 personas mayores, de tres o más años de edad, que hablan alguna lengua indígena, según la Encuesta Intercensal 2015 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esa cifra representa 6.5 por ciento del total de la población, de las cuales 51.3 por ciento son mujeres y 48.7 por ciento son hombres.